martes, 5 de noviembre de 2013

EL CORSÉ y SU HISTORIA


Y hoy en mi afán continuo de saber más y más de las cosas de las que no se sabe normalmente con detalle,  hablaré de una prenda que personalmente me apasiona y de la cual cada vez que se nombra, tiene una cierta connotación erótica. Te voy a introducir en el apasionante mundo de esta prenda interior femenina. Espero que lo encuentres interesante.

La palabra corsé proviene del antiguo francés “cors” que era un diminutivo de “cuerpo”.


Los orígenes del corset se pierden en la antigüedad. Las mujeres de civilizaciones antiguas tales como Creta, Grecia, Roma, Egipto, Siria, ya usaban una especie de corset para levantar el busto, afinar la cintura o en ocasiones también para practicar ciertos deportes que requerían trajes de soporte.

 
Durante el reinado de Felipe II se forjó la idea de crear un artilugio para modelar el torso femenino. A partir de éste momento y bajo la influencia de la moda española hay una sucesión constante de prendas destinadas a modelar la figura femenina.

En el siglo XVII esta prenda ya era usada también por los hombres, los niños y niñas a partir de los 7 u 8 años, principalmente en las clases sociales más altas. La práctica de “tight lacing” (encordado ajustado) era en demasía popular, y continuó siéndolo en los años venideros. Hay multitud de pinturas de aquella época que muestran gráficamente cómo las curvas de las damas se ajustaban fuertemente a fuerza de tirón de sus corsés. Aunque no fue hasta los inicios del siglo XVI y XVII que el uso del corsé se difundió como una prenda usada por todas las mujeres, independientemente de su posición social.

Los primeros corsés eran particularmente rígidos e incómodos aunque la finalidad básica de éstos fue siempre la de mantener una postura erguida, levantando o aplanando el busto, afinando la cintura, cualidades especialmente importantes entre las damas de más alta alcurnia.

El esqueleto de la prenda se armaba con varillas de hierro o madera, también de hueso de ballena.

Las damas de la alta sociedad se reservaban el “tight lacing” para eventos formales tales como bailes o reuniones sociales. Tan impecables querían ir las señoras en esos eventos que si se excedían en la presión y el ajuste del corsé les ocasionaban incluso desmayos por la reducción de la caja torácica que privaba a los pulmones de recibir el aire necesario.

La Revolución Francesa hizo caer la prenda en desuso pues, así lo dictaba el mandato de la academia de artes y ciencias: << Las mujeres bien vestidas de Francia no deben llevar zapatos, calcetas, corset o medias. >>
Esta actitud no tuvo mucho éxito puesto que las mujeres francesas buscaban seguir el ideal de belleza griega y volvieron pues a retomar el uso del corset.

Un dato curioso es que Napoleón odiaba el corset al que llamaba “El asesino de la raza humana”, aunque sus dos esposas usaban la prenda, y el motivo de este odio tenía una connotación político-militar ya que él consideraba que la prenda tenía efectos negativos sobre la natalidad y sus intenciones militares necesitaban de nacimientos masivos para los futuros soldados de la patria.

Después de la segunda guerra mundial, las mujeres reaccionaron unidas contra la exigencia de resaltar el busto y las caderas, la igualdad entre los sexos se convirtió en una demanda femenina pero el resultado fue que las damas se masculinizaron y hacían esfuerzos por parecerse más y más al hombre. El pelo se acortó, las formas se alisaron, las caderas se disimularon y toda protuberanciaque pudiera dar lugar a una diferencia de sexo se ocultaba.

Esta moda duro poco y las damas retomaron de nuevo la costumbre de destacar sus formas en la medida que las mujeres se deshacían de una buena cantidad de tabúes sexuales.


Contrariamente a la idea que se ha tenido sobre los corsés victorianos, no todas las mujeres apretaban sus corsés al extremo y mucho menos a diario. Tampoco eliminaban sus costillas quirúrgicamente, ni les provocaba tuberculosis, ni les dañaba la columna. Sin embargo, el continuo uso del corset extremadamente ajustado, les podía llegar a deformar la cavidad pulmonar, y provocar el desplazamiento de órganos. Pero la variedad de corsés que abundaban en dicha época permitían a cada mujer elegir el más adecuado para cada ocasión.


El ideal era conseguir un contorno de 50cm de diametro. Esto no se conseguía de la noche a la mañana, si no que aproximadamente a lo largo de un año el cuerpo se iba modelando. Una vez conseguida la medida deseada, no podían quitarse el corsé de la noche a la mañana puesto que la columna y el resto de órganos se tenían qeu adaptar a la nueva situación. Para seguir manteniendo la cinturita de avispa tenían que seguir haciendo uso del corsé al menos durante unas horas al día.

Con los nombres de bustier o corsé, desde el siglo XVIII, estas prendas han estado presentes en todos los guardarropas femeninos hasta el siglo XXI, reflejando los gustos de cada época.

El burlesque hace uso del corsé para resaltar las curvas femeninas, y dar un marcado toque erótico y muy sensual de la anatomía de la mujer, tal y como muestra del video al inicio del post.

Actualmente podemos hacer referencia a conocidas personas públicas tales como Maddonna, Jean Paul Gaultier, ... que promueven el uso de dichas prendas.

En España hay una diseñadora de corsés llamada Maya Hansen que además de haber participado en películas y series con sus diseños, tiene su propia tienda y página web donde podemos ver sus diseños, y ver a las famosas españolas que visten con sus prendas. CORSÉS MAYA HANSEN

Para todo aquel/aquella que desee una información más detallada puede visitar el siguiente blog DETALLES DE LA HISTORIA DEL CORSE

 


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